No llega la lluvia al corazón
palpita la tormenta a descompás.
Te amo y reviento en silencio
dañando la sangre que vive.
Callo la lluvia que no llega
miento a la lágrima inocente
negando su bella humedad.
Tanto dolor ya no duele
tanto dolor se devora a si mismo.
Y me pregunto, cuántas primaveras
quedan, si resiste el corazón.