Es uno de los postres más completos que te puedes llevar a la boca. Si a eso le sumas que es un plato de un sabor estupendo y que es muy sencillo de elaborar, tienes ante ti el postre perfecto.
Ingredientes (5 personas):
– 2 tarrinas de queso tipo Philadelphia.
– 7 cucharadas soperas de azúcar, para calamelizar.
– 7 cucharadas de azúcar.
– 2 sobres de cuajada.
– 1/2l. de leche.
– 1 paquete de galletas tostadas (cuadradas).
– 2 cucharadas de agua.
Tiempo: 30 minutos.
Dificultad: baja.
Preparación:
Pon en un bol siete cucharadas de azúcar con unas cucharadas de agua y mete en el microondas durante unos minutos hasta que el azúcar esté bien caramelizado (cuidando que no se queme, amargaría).
En un recipiente rectangular vierte todo el caramelo y mueve por todos los lados para que quede todo cubierto. Deja enfriar.
Mientras, en un cazo o cazuela pon la leche a calentar con el azúcar (deja hervir unos minutos y retira del fuego).
En un bol, añade el queso, la cuajada y un poco de leche, bátelo bien hasta que quede una crema uniforme. Añade a la leche caliente, pon al fuego y deja que hierva unos minutos, no dejes de remover hasta que espese.
Retira del fuego y vierte la crema en el molde que hemos caramelizado.
Coloca encima las galletas. Esto luego (cuando enfríe y desmoldemos) nos va a servir de base, es decir, la parte de las galletas quedará abajo.
Metemos en el frigo unas horas, mejor de un día para otro. Cuando vayamos a servir volteamos el molde sobre un plato plano y ya tenemos dispuesta la tarta.
Os aseguro que ¡repetiréis de lo rica y suave que está!.
Sugerencia:
Podéis utilizar un molde desmontable redondo, en ese caso las galletas serian redondas (tipo María) y las pondríamos abajo para formar la base. Yo la suelo hacer en el molde rectangular. Lo dejo a gusto de la cocinera 😉