Pasos que se alejan
por el callejón
rasgando la paz
tupida y nocturna
de la madrugada.
Pisadas anónimas
sin dueño o destino
que resuenan secas
sobre el empedrado
enterrado en sombra.
Pasos que existen
solo en una mente
que dormita y vela
en el mundo incierto
de las altas horas
que al alba preceden.