Soy optimista.
Por mi creencia
más que por mi naturaleza.
Pero la realidad te aplasta
me-
tó-
di-
ca-
men-
te.
Sólo nos salva el amor
o la literatura,
y ese ligero temblor
de la Belleza
en los magnolios.
De sobra sé
que todo esto es lo esencial,
la raíz de mi alegría.
Pero la realidad
te oprime
sis-
te-
má-
ti-
ca-
men-
te.
Y al alma le cuesta salir indemne
de cada día.
