El refinado salón de té de las señoras de derechas, el elegante punto de encuentro de la aristocracia y la alta burguesía madrileña de los años 40, era también, y sobre todo, un dispensario de libertad, un sanatorio de ilusiones en un país de entusiasmos agusanados, violentos falangistas, miembros de la Gestapo y agentes del M16, todo en un mismo perímetro. Aquel Madrid de aguardiente escondía en sus trastiendas argumentos de novela de John Le Carrè.
El de Embassy debió ser uno de los secretos mejor guardados.Miles de vidas estaban en juego. A todas despidió Margarita Taylor, con la misma frase, en la puerta trasera de su salón de té: «God Bless You».
Fragmento de ‘Embassy y la inteligencia de Mambrú’ de Patricia Martínez de Vicente.